martes, 19 de junio de 2012

La montaña mágica, Thomas Mann, 1924.

“Era el típico gabinete de un médico, con su escritorio, el sillón para las visitas al fondo a la izquierda, junto a la ventana, su biblioteca personal repartida a ambos lados de la puerta, la
camilla de hule, colocada en la parte derecha, en diagonal y separada de la zona del escritorio por un biombo de varios paneles, la vitrina con el instrumental médico en ese mismo rincón, un busto de Hipócrates ene el otro, y un aguafuerte, una copia de la Anatomía de Rembrandt encima de la estufa de gas, en la pared de la derecha. Ahora, sin embargo, se podían observar algunas modificaciones. La mesa redonda de caoba rodeada de sillones que ocupaba siempre el centro de la habitación , bajo la araña del techo y sobre una alfombra roja que cubría casi todo el piso, había sido retirada contra el rincón izquierdo, donde estaba el busto de escayola; un poco apartada también, contra la estufa-que despedía un calor seco-, había otra mesita con un tapete ligero y sobre ella una lamparilla velada con un pañito rojo; en el techo, a su vez, pendía una bombilla envuelta en un paño rojo y luego en otro de tul negro. Sobre esta mesita o junto a ella se hallaban otros objetos en este tipo de experimentos: una campanilla, en realidad dos diferentes, una argolla, un timbre como los de los hoteles, un plato con harina y una papelera. Una docena de sillas y sillones rodeaban la mesita formando un semicírculo, desde un extremo de la camilla hasta el centro de la habitación, justo bajo la araña. Al lado del último asiento, más o menos a mitad de camino hacia la puerta que comunicaba con la otra habitación, había colocado el gramófono. El álbum de discos de música ligera estaba sobre una silla. Tal era la disposición de la escena. Las lamparillas rojas no se habían encendido todavía. La araña del techo difundía una luz clara, como si
fuera de día, la ventana, con el escritorio delante dándole la parte más estrecha, quedaba oculta tras una cortina oscura, ante la cual había sido puesto un transparente color crema, un estor.”


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